lunes, julio 09, 2012

"EL ARDOR DE LA SANGRE" de Irène Némirovsky

Después de estar en la Sección de libros de "El Corte Inglés" y en "La Casa del libro", me pasé por la "FNAC", y mientras ojeaba los libros, anunciaban unos portalibros/portatodos por la compra de dos libros de bolsillo.  No me decidía, pero al final compré cuatro.  Soy un claro ejemplo de la utilidad de las promociones y el consumismo que invade a la sociedad.  

Como llevaba bastante tiempo sin leer, uno de los requisitos era que no fuera muy largo y el tamaño de la letra grande.  

Este cumplía los requisitos y además el título me resultó muy sugerente.  No conocía a esta autora.  Esa misma noche, cuando leí la biografía que viene dentro del libro ("sólo había leído la contraportada"), pensé que me había confundido de libro.  La autora había fallecido en un campo de concentración, y esta era una novela póstuma.  Pensé que no me apetecía en absoluto leer acerca de las desgracias que acaecieron a los judíos a lo largo de tantos años en Europa.   No me quería contribuir a la tristeza que me generan ese tipo de libros, y  además siempre que leo ese tipo de libros y los de la guerra civil española, (sobre todo estos últimos) no puedo evitar llorar como una madalena.  Sin duda, si hubiera leído la breve biografía del interior no lo habría comprado.  Sin embargo, me confundía de nuevo.  Es una historia de la Francia interior, que se podría dar en muchos otros lugares.

El libro me ha gustado bastante.  No cuenta nada espectacular, ni una historia de amor fuera de lo común, ni aventureras sin igual...  No.  Dentro del marco de la pequeña burguesía, se centra sobre todo en el personaje de Colette.  Una mujer que parece va alcanzar la felicidad absoluta. Procede de una familia en la que sus padres tienen una relación de pareja idílica y un amor absoluto hacia sus hijos, además de una situación tanto social como económica cómoda.  
La historia la narra Silvio (un tío suyo) e inevitablemente revivirá  una pequeña parte de su pasado, como nos pasa a todos a lo largo de la vida en algunas ocasiones.

Sin embargo, aparece el amor, el desamor, la ansia por la búsqueda de aventuras, la búsqueda de la felicidad, la hipocresía, la mentira, la muerte, un asesinato...  Salvo por lo del asesinato, las mismas dudas e incertidumbres que  nos planteamos muchas veces a día de hoy.

Está escrito de un modo ágil y desapasionado, que ha contribuido a que me gustara aún mas la novela y aunque parezca contradictorio, ayuda a sentir mejor las emociones.

Me encanta lo que dice del amor:

"...Lo mismo ocurre con el amor.  Le haces un gesto, le trazas un camino.  Llega la ola, tan distinta de lo que imaginabas, tan salada y tan fría, y estalla contra tu corazón"

Sobre todo porque se adapta como anillo al dado las frases anteriores a las personas que tenemos una imaginación muy viva o dicho mas vulgarmente que nos montamos unas películas de flipar.  Menos mal que cuando uno es consciente de que se deja llevar por la imaginación, se relativiza todo en gran medida y es mucho mas fácil poner los pies sobre la tierra... claro que a lo mejor eso son los años, como dice Silvio.



Otro párafo que me gustó bastante es este y  creo que se podría aplicar también a la población española actual, salvo por dos aspectos: 

"En las reuniones de gente madura se respira una especie de imperturbabilidad; los organismos han digerido todos los platos pesados, amargos y picantes de la vida, han metabolizado todos los venenos, y durante diez o quince años permanecen en un estado de perfecto equilibrio, de envidiable salud moral.  Están satisfechos de sí mismos.  El penoso y vano trabajo con el que la juventud intenta adaptar el mundo a sus deseos ha quedado atrás.  Han fracasado y ahora descansan.  Dentro de unos años, volverá a agitarlos una sorda inquietud, que esta vez será la muerto; pervertirá sus gustos de un modo extraño, los volverá indiferentes, o raros, o gruñones, incomprensibles para su familia, extraños para sus hijos.  Pero, de los cuarenta a los sesenta, gozan de una precaria paz".
  1. Creo con la vida que llevamos actualmente, habría que elevar esa edad.  Yo pondría ahora esa edad de los 55 a 70 o de los 60 a los 75, según el caso.
  2. Hasta hace poco era así.  Sabían que habían trabajado, y tenían sus pensiones, mas o menos bajas (según sus éxitos y fracasos en el mundo laboral), pero les aportaban una seguridad económica muy importante a sus vidas.  A día de hoy se ha instalado la desconfianza y existe una  preocupación, que es objetiva bajo mi punto de vista, acerca de como evolucionará su "seguridad" económica.


Contraportada y argumento:
La  publicación en Francia de esta nueva obra inédita de Irène Némirovsky ha vuelto a situar la obra y la azarosa biografía de esta gran autora en el primer plano de la actualidad. Descubierto en el IMEC (Institut Mémoires de l’Édition Contemporaine) por los actuales biógrafos de Némirovsky, el manuscrito había permanecido perdido y olvidado entre los papeles de su editor de la época. Novela intimista y conmovedora, El ardor de la sangre constituye todo un hallazgo que confirma a Irène Némirovsky entre los autores europeos más destacados del siglo xx.
Todo ocurre en una tranquila villa de provincias francesa, a principios de los años treinta. Silvio, el narrador, ha dilapidado su fortuna recorriendo mundo. A los sesenta años, sin mujer ni hijos, sólo le queda esperar la muerte mientras se dedica a observar la comedia humana en este rincón de Francia donde, aparentemente, nunca sucede nada. Un día, sin embargo, una muerte trágica quiebra la placidez de esa sociedad cerrada y hierática. A partir de allí, emergen uno tras otro los secretos del pasado, hechos ocultados cuidadosamente que demuestran cómo la pasión juvenil, ese ardor de la sangre, puede trastornar el curso de la vida. Como en el juego de las cajas chinas, las confesiones se suceden hasta llegar a una última y perturbadora revelación.Con un tono intenso y sosegado, Némirovsky utiliza el espejo sereno y frío de la edad madura para reflejar el impulso fogoso y los excesos de la juventud, en agudo contraste con el sofocante ambiente provinciano de sobreentendidos, sospechas y silencios que la autora describe con esa particular mezcla de lucidez y compasión que caracteriza su obra.



Título:  El ardor de la Sangre
Título original:  Chaleur du sang
Autor:  Irène Némirovsky
Traducción:  José Antonio Soriano Marco
Editorial: Letras de bolsillo.  Salamandra.  2ª edición, mayo de 2012

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