martes, febrero 05, 2013

"LA MATANZA DE LOS GITANOS" de Ken Bruen


Segunda novela del detective Jack Taylor.

Sigue la tónica de la anterior, así prácticamente podría decir lo mismo que en Maderos.  Ágil, divertida y muy ácida.

Sin embargo, al final, me ha sucedido lo mismo que me pasó con otro escritor irlandés (Frank McCourt) aunque sean autores completamente distintos.  Y es que parece que sólo si eres irlandés sabes lo que es la autodestrucción, la pobreza... y sólo si eres irlandés puedes tener autocompasión.

Tenía pendiente de publicar este post desde el 7 de agosto del año pasado, a ver si me sentía inspirada para escribir algo mas del libro, pero ya casi hasta se me olvida, así que lo publico por fín.

Sinopsis:  (de La casa del libro)
Jack Taylor, antiguo policía caído en desgracia y reconvertido en detective privado, ha seguido deslizándose por la pendiente de la desesperación. Después de pasar un año en Londres, regresa a Galway, su ciudad natal en Irlanda, con chaqueta de cuero y adicción a la cocaína. 
Nada más volver se encuentra entre las manos con un nuevo caso. Alguien está asesinando de manera sistemática a jóvenes nómadas cuyos cuerpos aparecen tirados en el centro de la ciudad. El jefe de un clan gitano, al que pertenecen algunos de los jóvenes, le encarga que investigue las muertes.
Incluso en su estado actual, hundido entre la cerveza y la cocaína, Jack Taylor mantiene su extraña capacidad para saber dónde mirar, qué preguntas hacer, y con la ayuda de un policía inglés parece resolver el caso.
Al igual que en su anterior caso, Maderos (también publicada en Tropismos), Jack Taylor sigue desplegando aquí su más negro y ácido sentido del humor.

Título: La matanza de los gitanos 
           Un nuevo caso del detective Jack Taylor
Título original:  The Killing of the Tinkers
Autor:  Ken Bruen
Traducción:  Antonio Fernández Lera
Editorial:  Tropismos
212 páginas, 22 cm x14 cm tapa blanda
2006 Agotado

1 comentario:

Luciana dijo...

No leí nada de este autor, pero sí del otro que nombrás y me pareció super deprimente!
Besos