El libro está escrito a modo de diario por nuestro protagonista.
En el futuro que nos presenta el autor, ni tan siquiera tenemos nombre. Tan sólo códigos alfa numéricos. Tampoco la noción de familia, amor... etc.
Critica profundamente el tecnicismo, practicad y funcionalidad llevada a su extremo.
Creo que por su formación, tenía una mezcla de amor/odio a la tecnología. Por un lado comprendía muy bien la necesidad y desarrollo que supone tanto la ciencia como la técnica, pero por otro lado, supo ver los problemas que puede acarrear esa excesiva funcionalidad, sin tener en cuenta a la persona.
Aquí, además, el individuo no lucha contra el estado, sino para empezar contra sí mismo, porque está alienado por el estado, y en segundo lugar, contra el estado, spoiler "que es el que terminará ganando".
De nuevo nos hayamos ante sistemas aparentemente perfectos, pero que anulan a la individualidad para ser esclavo del sistema.
La justifiación una vez más, del sometimiento y las injusticias son el bien común... casi como sucede ahora.
La vigilancia y el castigo están en manos de la policía política o "Guardianes". (Es evidente el pastiche satírico de Zamiatin a la República de Platón.)
Unas frases que me sorprendieron mientras lo leía, aunque hay muchas más.
¡Bah, abandone su ciencia! La ciencia no es más que cobardía. Ustedes no pretenden más que rodear lo infinito con un pequeño muro y al mismo tiempo tienen miedo de mirar más allá del muro. Sí, señor. Y cuando echan una mirada al otro lado, cierran los ojos.
Por esta razón sería una tontería explicarles que en nuestra existencia no hay lugar par alas casualidades, ni para unos acontecimientos inesperados. La elección tiene una importancia simbólica. No recuerda que formamos un solo y gigantesco organismo, constituido por millones de células y que, en resumen, para decirlo con las analogías del Evangelio, somos una sola Iglesia. En la Historia del Estado único jama´s ha sucedido que un solo voto haya osado alterar la majestuosa armonía de este día tan solemne.
El motivo para tanto misterio no hemos podido adivinarlo hasta hoy de una manera razonable. Probablemente estas elecciones se relacionaban con algunos procesos místicos, supersticiosos e incluso delictivos. Nosotros, en cmabio, nada hemos de ocultar ni hemos de avergonzarnos de nada: celebramos nuestras elecciones a plena luz.
¿Nosotros? Hasta ahora sabemos que no existe una cifra definitiva última. Tal vez algún día lo olivdemos. Sí, seguramente lo olvidaremos al hacernos viejos. Y luego caeremos también, como las hojas marchitas en otoño, que caen de los árboles, y como también vosotros caeréis, pasado mañana...
Argumeno: (de internet)
En la ciudad de cristal y acero del Estado Único, separada
por un muro del mudo salvaje, la vida transcurre sometida a la inflexible
autoridad del Bienhechor : los hombres-número trabajan con horarios fijos,
siempre a la vista de todos, sin vida privada : el «yo» ha dejado lugar al
«nosotros». El narrador de este diario íntimo, D-503, es el constructor de una
nave interestelar que deberá llevar al universo «el bienaventurado yugo de la
razón». Pero se enamora : el amor equivale a la rebelión, y el instinto sexual
al deseo de libertad. Aunque, tras extirparle a D-503 el «ganglio craniano de
la fantasía», el Estado sedentario, entrópico, salga victorioso de la
conspiración, allende sus muros siguen los hombres nómadas, llenos de energía,
que generarán nuevos insurrectos : no existe, ni jamás existirá, la última
revolución. Muchos lectores, al leer Nosotros, escrita entre 1919 y 1921,
prohibida oficialmente hasta 1988 en la URSS, comprobarán cómo se anticipa
magistralmente a todas las novelas posteriores sobre utopías totalitarias,
sobre todo la de Orwell, 1984.
Contraportada:
En la contraportada se lee:
Mucho antes de que lo hicieran Huxley y Orwell, el ruso Evgueni I. Zamiátin logra componer en 1920 esta sorprendente narración, la cual marca el inicio en toda regla de la novela antiutópica. Una extraña poesía de precisión matemática reina por toda esta obra, que cargada de ironía, sigue advirtiéndonos, hoy más que nunca, de que nunca estaremos a salvo de la vocación totalitaria. Con los fenómenos de la globalización y cambio climático ya iniciados, la alerta sugerida por esta imponente novel tiene más vigencia que nunca.
La sociedad que dibuja es asfixiante... de una rigidez matemática qu ahogaría a cualquiera de nosotros. Y Zamiatin consigue sumergirnos perfectamente en este ambiente. Retrata un Estado que gobierna la Tierra en el siglo XXX (aproximadamente) tras lo que llaman la Guerra de los Doscientos Años que dejó la población del planeta reducida al 0'2% de la actual.
Título:
Nosotros
Autor:
Yevgueni Zamiatin
Traducción: Margarita Estapé
Prólogo: José María Guelbenzu
Presentación: Fernando Savater
Editorial: Círculo de lectores
224 páginas