lunes, marzo 23, 2009

EL PUNTO DE VISTA RUSO de Virginia Woolf

Cada vez me gusta mas esta mujer. Es que es increíble. Cuando se trata de ensayos y demás, tiene una agudeza, una capacidad para expresarlo todo sin una palabra de más ni de menos. Increíble.

En este pequeño ensayo, nos habla de varios aspectos. En primer lugar, nos habla de la buena/mala dependencia con los traductores. En mi caso además, se acentúa, porque no sólo es con los escritores rusos, sino con los escritores en cualquier otra lengua que sea el español.


En segundo lugar, nos habla de la literatura rusa en profundidad. No de entenderla de un modo intelectual, sino que nos habla de ese tipo de comprensión que llega al corazón, al alma y a los resquicios y resortes mas íntimos de nuestro ser. Ya se que se me ve el plumero. Me gusta bastante la literatura rusa (bueno, esto es generalizar, digamos que los grandes de la literatura rusa, e indudablemente de los que habla Virginia).


Después nos cuenta las dificultades de "los ingleses", y yo aquí generalizaría a los occidentales en general para llegar a lo que pretenden estos autores.


Y por último, nos cuenta qué es lo mas importante, bajo su punto de vista para distintos autores (Chejov, Pushkin, Dostoievsky, Tolstoi).


No escribo mas, porque ya que es cortito (y está facilmente disponible en la red), así que es mejor que lo lean. Sin duda es muy recomendable para todos aquellos que disfruten con los autores a los que hace referencia Virginia . Para entender mejor a los autores, y lo que resulta mas interesante, para entender mejor por qué nos gustan y atraen estos autores.


Título: El punto de vista ruso
Traducción: Federico Patán

sábado, marzo 21, 2009

LA CASA DE PENSION de Charles Dickens

En vista de que blogger no me deja entrar, me veo obligada de momento a escribir en el bloc de notas. Luego ya lo pasare a blogger.

Se trata otra vez de un libro de relatos cortos y se trata otra vez de Dickens. Escuché en la radio que con lo de la crisis, está aumentando mucho la lectura, puesto que la gente se encuentra como perdida y busca respuestas... Pues yo o no estoy en crisis o soy (algo que ya sabía) un rarita, porque llevo una temporada en la que me cuesta (no
dinero, sino esfuerzo que es mucho peor) leer. Ahora bien, llevo unos días en que parece que vuelvo a reencontrar el placer de la lectura.

Aunque las comparaciones son odiosas, voy a hacerlas porque me apetece y porque este es mi blog (aunque pueda sonar un poco dictatorial) y es de los pocos sitios que puedo hacer lo que quiera y decir lo que quiera. Voy a hacerlas entre los tres relatos que conforman el pequeño librito.

Sin dudarlo, la que más me ha gustado es la tercera. Las dos primeras, destilan mucha ironía y sentido del humor, y yo últimamente he estado un poco espesa, como para poder saborearlo. En la tercera historia, se presenta una triste historia pero muy real por desgracia.

Son 79 escasas páginas en las que hasta la página 52 están ocupadas por el primer relato.

La casa de pensión: Narra las visicitudes y avatares de la señora Tibbs. Muy sarcásticamente va pasando por varios de sus habitantes desde que llegan a la casa, hasta que se marchan, la señora y su marido. Muy graciosete.

Cosas del corazón: Una niña tonta, con un padre y familia tonto, un novio tonto y unas profesoras aún mas tontas. Crítica ácida a la educación que se entendía como "de perfeccionamiento" de esa época. También es graciosete.

El velo negro: Aquí se encuentra al Dickens que nos muestra la pobreza de aquella época y lo descarnada que puede llegar a ser. Lo injusta que es a veces la vida con algunas buenas personas.

Un aspecto muy positivo del libro, es que tiene muchas anotaciones a pie de página, donde nos explica muchas palabras. Algunas obvias, como explicar quien es Hamlet, que es una vara, pero otras muy lejanas para mí, quien era William Hoghart o Chesterfield.


Título: La casa de pensión y otros relatos (Sketches by Boz)
Autor: Charles Dickens
Traducción: No he conseguido encontrarlo. Debe ser que estoy un poco espesa
Editorial: Aguilar. Colección Relato Corto Aguilar, nº 19