sábado, febrero 17, 2007

LA ESFINGE de Miguel de Unamuno


Hace unos días, en entre unos libros viejos y destartalados de casa, apareció esta pequeña obrita. La aparté y la llevé a mi cuarto para leerla hace más de un mes, pero entre unas cosas y otras, no la había leído.

Este fin de semana, que no ha sido muy movido, me ha permitido leerla tranquilamente. Lo cierto es que he mimado un librito/cuadernillo. Lo he recompuesto un poco y6 lo he forrado. Cuando cuido y mimo de este modo los libros, me da la sensación de que pasan a ser algo mío. Ya no son solo del autor, sino que algo de ellos me pertenece. Es una tontería, lo se, pero me hace ilusión.

Es un drama en 3 actos.

Pues hombre, que una obra de teatro... Se tenía que hacer un poco pesadita en el escenario. Leerla tranquilamente, masticando despacio los diálogos si que resulta interesante. Ahora bien me la imagino en un escenario, y creo que no me terminaría de convencer. Claro que hay montadores de obras muy buenos, y es probable que me equivoque.

El protagonista de la obra se llama Ángel, que pienso puede ser un doble sentido. Como gran ángel Salvador... por un lado como lo quieren sus amigos y compañeros y por otro lado como le gustaría verse a si mismo.

No me gustan mucho los grandes hombres como Ángel. Así que lo que pienso básicamente es que el protagonista es un hombre que ha ascendido mucho en el escalafón, y el puesto se le ha quedado grande. Todo ello provoca en el una grave crisis, en la que aparecen hasta rasgos de locura.

Vamos, opino que es un ególatra. Claro que su mujer tampoco se queda corta. Pretende llegar a ser la gran mujer como compañera del gran hombre. Y los amigos pretenden que la opción por la que han apostado no falle. A nadie le gusta estar equivocado.

Se que lo que acabo de decir es bastante osado, y no del todo cierto, pero es lo que me parece en lineas generales.

Nos vemos envueltos en una esquizofrenia la sociedad en la que por un lado queremos evolucionar, y nos complicamos cada vez más la existencia. Y por otro lado, decimos que lo mejor es la sencillez de las cosas. Creo que esto viene muy bien ilustrado en un diálogo entre Ángel y Felipe:
A-: "El progreso está en libertarse del terruño..."
F-:"Y la felicidad en volver a él...¡elige!

Esta dicotomía es la que acaba exasperando y sacando de quicio al pobre Ángel. Por un lado las aspiraciones de lograr un mundo mejor, y una sociedad mas justa y con mayor libertad. Por otro lado, las complicaciones que implica lograr este tipo de sociedad, y que en definitiva puede coartar lo que buscábamos, la libertad.

También, hace mucho énfasis en los pensamientos de Ángel la muerte en si misma. O mas que la muerte, el miedo a la nada y al vacío. Y esta es una lucha que cada uno mantiene y soluciona consigo mismo. Nadie la puede solucionar por uno mismo. Y de echo, el enfrentarse a ello, nos hace crecer como personas y evolucionar de un modo u otro.

Autor: Miguel de Unamuno
Título: La Esfinge
Editorial: Ediciones ALFIL Premio Nacional de Teatro. Colección Teatro nº 260 (extra)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Robin.
básicamente estoy de acuerdo con tus reflexiones excepto en la impresión que tienes acerca de si la obra -su primera obra de teatro estrenada en 1909- se escenificara en un teatro. Precisamente hoy he terminado de leer este drama y lo tengo muy fresco en la memoria.
Ángel, el atormentado y angustiado protagonista que juzga y se juzga con excesiva crudeza, es un perfeccionista y, me atrevería a decir, un idealista. Es decir, un tipo insoportable (algo así le pasaba al propio Unamuno).
La obra es espesa, densa y por eso te da la impresión de que puesta en escena podría haber sido un tostón (hablemos claro); pero, con un buen director y unos buenos actores despertaría el interés de muchos aficionados. De hecho, se tradujo al italiano y ejerció gran influencia en el teatro italiano de la época.
La escritura, los diálogos, impecables.
Bueno, pues nada, esta es mi opinión.
Un cordial saludo
Andrés.