lunes, agosto 08, 2011

EUGENIO ONIEGUIN de Pushkin

El libro me ha gustado.  Como va realizando los retratos psicológicos de los personajes, como es Eugenio, su forma de ser, rarezas, etc.  En definitivamente, alguien que se aburre, o que no sabe muy bien que hacer con su vida.

Los autores rusos, en general me gusta, y de Pushkin, del que ya había leído "La hija del capitán", también me ha gustado.

Se escribió en verso, y se nota en que algunos momentos resulta muy poético.

Me hace gracia la opinión que tienen de Eugenio tienen sus convecinos cuando llega al pueblo:
"...Nuestro vecino es un ignorante, un chiflado, un masón, y bebe vaso tras vaso de vino tinto, no besa la mano a las señoras y habla a la manera moderna".

O como con cierto sarcasmo e ironía se refiere al enamoramiento de Tania:
"Llegón¡ su hora, se enamoró.  Hacía mucho tiempo que su imaginación, consumiéndose en la languidez y aburrimiento..."  De los héroes de Tania, que son Werter, el amante de Julia de Wolmar, a Melek-Adel, a Linar y "al incomparable Grandison".

O la defensa que hace del ruso como idioma, criticando el que se lo menosprecie en las altas esferas en favor del francés por ejemplo:
"Ella sabía mal el ruso, no leía nuestras revistas y hablaba con dificultad su lengua natal;(...)hemos despreciado mucho el tesoro de nuestra lengua natal; nos gustan las obras de las musas extranjeras y no leemos nuestros libros...".

Y lo que nos dice de la familia y parientes, eso si que es bueno: 
"...Permíteme:  tal vez te sea agradable saber ahora por mí lo que verdaderamente quiere decir parientes; son unas personas las que debemos por obligación acariciar, amar, respetar con todo el alma y, según la costumbre de la gente, visitar por Navidad o felicitarnos por correo para que el resto del año no se acuerden de nosotros.  Y así ¡Dios les conceda largos días!"

Se sabe que Pushkin es de los mejores poetas rusos, pero no sólo eso, sino que él lo sabía y es de los pocos privilegiados que pudo disfrutar de éxito a lo largo de su vida, así que me parece un poco de falsa modestia el que diga:
"Pero tal vez no os atraiga un cuadro de este género; todo esto es vulgar, aquí no hay nada grácil.  Puede ser que otro poeta, con un estilo esplendorosos, arrebatado por inspiración divina, nos describiera las primeras nieves y todos los matices del soñoliento invierno.  Os seduciría más, estoy convencido de ello, describiendo en versos inflamados los paseos secretos del trineo...."

Y tampoco ha podido dejarme indiferente, esta frase que parece premonitoria, solo que ha sucedido antes de lo que Pushkin creía.
"...dentro de unos quinientos años-, los caminos cambiarán sin duda, muchísimo.  Aquí y allá las calzadas unirán y atravesarán  Rusia; se tenderán puentes de hierro; cavaremos atrevidos arcos, y este mundo cristiano tendrá en cada estación una taberna.  Ahora, en nuestro país, los camainos son malos; los puentes, abandonado, se pudren;(...).Los rústicos cíclopes, bendiciendo las zanjas y los baches de3 la madre tierra, preparan fuego lento los progresos de la sociedad moderna."

Imagen del duelo entre Onegin y Lensky, de Ilya Repin.

Como siempre, no deja de sorprenderme el poco valor de la vida, para propios y extraños, batiéndose en duelos, y conviviendo luego con la pena y la culpabilidad del muerto/asesinado o incluso superándola con relativa facilidad (Olga).

En definitiva, un libro entretenido y majo. 

Argumento: (de internet) Eugenio Oneguin, un dandy ruso que está aburrido de la vida, hereda una mansión en el campo de su tío. Cuando se traslada al campo hace una insospechada amistad: el poeta Vladímir Lensky. Un día Lensky lleva a Oneguin a cenar con la familia de su prometida Olga Larina. En esta reunión, la hermana de Olga, Tatiana (Tanya), joven señorita provinciana, aficionada a los libros y poco sofisticada, se enamora de Oneguin.


Título: Eugenio Onieguin
Autor: Alexander Pushkin
Traducción y notas:  Irene Tchernova
Compilación de volumen digital:  Juan José Reyes Ríos

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