El libro me ha gustado. Como va realizando los retratos psicológicos de los personajes, como es Eugenio, su forma de ser, rarezas, etc. En definitivamente, alguien que se aburre, o que no sabe muy bien que hacer con su vida.
Los autores rusos, en general me gusta, y de Pushkin, del que ya había leído "La hija del capitán", también me ha gustado.
Se escribió en verso, y se nota en que algunos momentos resulta muy poético.
Los autores rusos, en general me gusta, y de Pushkin, del que ya había leído "La hija del capitán", también me ha gustado.
Se escribió en verso, y se nota en que algunos momentos resulta muy poético.
Me hace gracia la opinión que tienen de Eugenio tienen sus convecinos cuando llega al pueblo:
"...Nuestro vecino es un ignorante, un chiflado, un masón, y bebe vaso tras vaso de vino tinto, no besa la mano a las señoras y habla a la manera moderna".
O como con cierto sarcasmo e ironía se refiere al enamoramiento de Tania:
"Llegón¡ su hora, se enamoró. Hacía mucho tiempo que su imaginación, consumiéndose en la languidez y aburrimiento..." De los héroes de Tania, que son Werter, el amante de Julia de Wolmar, a Melek-Adel, a Linar y "al incomparable Grandison".
O la defensa que hace del ruso como idioma, criticando el que se lo menosprecie en las altas esferas en favor del francés por ejemplo:
O la defensa que hace del ruso como idioma, criticando el que se lo menosprecie en las altas esferas en favor del francés por ejemplo:
"Ella sabía mal el ruso, no leía nuestras revistas y hablaba con dificultad su lengua natal;(...)hemos despreciado mucho el tesoro de nuestra lengua natal; nos gustan las obras de las musas extranjeras y no leemos nuestros libros...".
Y lo que nos dice de la familia y parientes, eso si que es bueno:
"...Permíteme: tal vez te sea agradable saber ahora por mí lo que verdaderamente quiere decir parientes; son unas personas las que debemos por obligación acariciar, amar, respetar con todo el alma y, según la costumbre de la gente, visitar por Navidad o felicitarnos por correo para que el resto del año no se acuerden de nosotros. Y así ¡Dios les conceda largos días!"
Se sabe que Pushkin es de los mejores poetas rusos, pero no sólo eso, sino que él lo sabía y es de los pocos privilegiados que pudo disfrutar de éxito a lo largo de su vida, así que me parece un poco de falsa modestia el que diga:
"Pero tal vez no os atraiga un cuadro de este género; todo esto es vulgar, aquí no hay nada grácil. Puede ser que otro poeta, con un estilo esplendorosos, arrebatado por inspiración divina, nos describiera las primeras nieves y todos los matices del soñoliento invierno. Os seduciría más, estoy convencido de ello, describiendo en versos inflamados los paseos secretos del trineo...."
Y tampoco ha podido dejarme indiferente, esta frase que parece premonitoria, solo que ha sucedido antes de lo que Pushkin creía.
"...dentro de unos quinientos años-, los caminos cambiarán sin duda, muchísimo. Aquí y allá las calzadas unirán y atravesarán Rusia; se tenderán puentes de hierro; cavaremos atrevidos arcos, y este mundo cristiano tendrá en cada estación una taberna. Ahora, en nuestro país, los camainos son malos; los puentes, abandonado, se pudren;(...).Los rústicos cíclopes, bendiciendo las zanjas y los baches de3 la madre tierra, preparan fuego lento los progresos de la sociedad moderna."
Imagen del duelo entre Onegin y Lensky, de Ilya Repin.
Como siempre, no deja de sorprenderme el poco valor de la vida, para propios y extraños, batiéndose en duelos, y conviviendo luego con la pena y la culpabilidad del muerto/asesinado o incluso superándola con relativa facilidad (Olga).
En definitiva, un libro entretenido y majo.
Como siempre, no deja de sorprenderme el poco valor de la vida, para propios y extraños, batiéndose en duelos, y conviviendo luego con la pena y la culpabilidad del muerto/asesinado o incluso superándola con relativa facilidad (Olga).
En definitiva, un libro entretenido y majo.
Argumento: (de internet) Eugenio Oneguin, un dandy ruso que está aburrido de la vida, hereda una mansión en el campo de su tío. Cuando se traslada al campo hace una insospechada amistad: el poeta Vladímir Lensky. Un día Lensky lleva a Oneguin a cenar con la familia de su prometida Olga Larina. En esta reunión, la hermana de Olga, Tatiana (Tanya), joven señorita provinciana, aficionada a los libros y poco sofisticada, se enamora de Oneguin.
Título: Eugenio Onieguin
Autor: Alexander Pushkin
Traducción y notas: Irene Tchernova
Compilación de volumen digital: Juan José Reyes Ríos
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