Me ha resultado mucho mas fácil de leer esta novela que la anterior que leí de Virginia Woolf, Orlando. Quizás sea porque es mas fácil de leer o simplemente porque me estoy acostumbrando a ella.
Cuando lo fui a comprar, había de varias editoriales. El motivo por el que elegí este fue muy claro. El tamaño de letra.
Ya sé que quedaría mucho mejor decir que es que me gusta mas tal traductor o tal otro. Pero la verdad es que mi nivel ni de coña da para tanto. También quedaría mucho mejor decir que había una introducción tanto a nivel histórico como literario muy buena (pero este libro no la posee). No, entonces me hubiera tenido que inclinar por Ed. Cátedra. Pero la letra de sus libros necesita de lupa.
No entiendo a los editores de libros. La mayoría de las novelas tienen un tamaño de letras ínfimo. Me considero una lectora normal. No creo que me cueste especialmente leer. Tampoco soy muy mayor, 32 años y no tengo presbicia.
Ahora, entrando de lleno a lo que me pareció la novela:
Después de haber vivido de cerca en algún familiar o amigo lo que es una depresión, o el no tener las facultades mentales plenas, al leer la Sra. Dalloway, hace que te ayude a comprenderlo algo mejor. O a sobrellevarlo de otra manera.
Por tanto, en mi caso, al entremezclarse lo que aporta la novela con vivencias propias, imagino que no será mi punto de vista igual que el de otras personas.
La novela, no es la típica novela con principio y fin... Sino que va mezclando distintas situaciones y pensamientos (mediante monólogos interiores), pero que al final se hallan ligados como en una tela de araña.
¿El objeto de la novela? Para mí ha sido dar a conocer el vacío interior, y la zozobra que tienen los personajes de la obra.
Como situaciones aparentemente normales, y cotidianas nos producen un efecto negativo. Nos contrarian... y no somos capaces de controlarlas (la Sra. Dalloway frente a la profesora/amiga de su hija). En la escala jerárquica, ella está por encima (es su jefa), posee también cultura, buenos modales... Sin embargo no puede evitar "descomponerse" cada vez que se encuentra frente a ella.
Como convivir con situaciones como la que padece la mujer de Septimus. Sin duda Septimus (el suicida), está muy mal. Pero, ¿y su mujer? Ha dejado a su país y su familia para ir con su marido, y lo encuentra perdido dentro de sus propios pensamientos, sin encontrar el hilo que le permita salir y volver al mundo real. La incomprensión que padece, por un lado de su marido (lógico, tiene las facultades mentales perturbadas), pero también de los médicos que tratan a su marido, y de la sociedad misma.
¿Y el personaje del fracasado? Va iniciar una nueva vida que sabe de antemano que será un fracaso. Sin embargo, tiene esa incapacidad para reaccionar. Ese "dejarse llevar", una indolencia que casi resulta enfermiza.
Por otro lado Séptimus... Que decir del pobre Septimus. Hay heridas de guerra, que nada ni nadie las puede curar.
Además está la hija de la Sra. Dalloway, su profesora...
Un sin fin de personajes que se van entrelazando, y del que gracias a Virginia Woolf, sabemos lo que sienten y como lo sienten.
Autor: Virgnia Woolf
Título: La señora Dalloway
Traducción: José Luis López Muñoz
Editorial: Alianza Editorial
Precio: 7.60 euros en la Fnac
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